El reflejo del amor propio 

En este año que comienza nos hacemos muchos propósitos para ser mejores personas, eso incluye nuestra salud, hábitos, actitud y autoestima.

El sonido del despertador nos devuelve a la realidad, hay quienes necesitan más de una alarma como los que por instinto se levantan sin ayuda para arrancar el día. Si algo tienen en común esas 2 clases de personas es que el primer lugar al que van después de levantar de la cama, es el baño.

Y sobre el lavamanos tenemos algo que podemos usar como nuestro registro de logros: Nuestro espejo. Ese objeto que nos permite mirarnos mejor y rendir cuentas con nosotros mismos. Nos guía cuando nos arreglamos, nos dice cuando algo no está bien y nos ayuda a mantener la mirada firme en nuestros propios ojos y en nuestro objetivo.

No se trata de ser severos con nosotros mismos, tampoco de ser ansiosos o presionarnos por resultados. pues los objetivos requieren tiempo y perseverancia. Por eso, este año que empieza, en Edesa y Briggs queremos acompañarte en todo este proceso en que has decidido cambiar o establecer hábitos que te construyan mejor como persona. 

Empieza con el objetivo claro, mírate y motívate. Que lo que has decidido hacer es por amor propio. Una vez tengas un propósito definido empieza con pequeñas acciones que te lleven a ese objetivo. No hagas cambios demasiado drásticos, mejor empieza con detalles que cambien tu rutina y formen hábitos positivos a largo plazo.

Reconócete en cada pequeño logro, mírate en las mañanas y felicítate por los avances. Puede que no todos los días tengas los ánimos arriba, pero mientras tengas fuerte tu autoestima, cualquiera que haya sido tu resolución de año nuevo puede hacerse realidad.